El Comediante

martes, marzo 17, 2009

Londres



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Buenas, aquí estoy otra vez para contaros mis peripecias de una pequeña escapada de 5 días a Londres que he hecho junto con mi hermano Raúl, Ángel y mis compañeros del curro Héctor y Álex.

Han sido unos días muy cansados pues nos hemos dado unas buenas pateadas pero lo hemos pasado muy bien. Muchas gracias a todos chicos.

Un recuerdo especial a mi cuñada Vero que por temas de curro no se pudo venir la pobre después de tener todo reservado. A la próxima que hagamos te apuntas, que a Londres hay que volver de vez en cuando pues está muy bien. Además ahora como la libra está muy barata hay que aprovechar...

LONDRES:

28/02/09:

Madrugón y tentetieso.

Llegada a Londres, nos disponemos a coger el metro y no entendemos nada de lo que nos cuenta la tía. No sabemos si coger una tarjeta Oyster o un Travelcard semanal. Al final cogemos un Travelcard semanal porque aparte de ser menos follón, nos sale a cuenta. Para llegar al hotel tenemos que hacer un par de trasbordos porque hay un tramo de metro cerrado. Esto incluye un bonito paseo en un double-decker de sustitución por la zona financiera.

Alex la ha liao parda. Se ha dormido y ha perdido el vuelo. Menos mal que se lo han cambiado por otro, así que llegará más tarde.

Llegamos al hotel dejamos las cosas y nos vamos por ahí. Comemos algo rápido por el Soho, en un bar llamado Bruno, donde lo mismo te ponen una hamburguesa que un plato de pasta. Lugar a evitar en las próximas ingurgitaciones masivas de alimentos.

Acto seguido nos damos un rulo de turisteo por Picadilly Circus y volvemos al hotel a ver si ha llegado Alex.

Reunidos con Alex, a las 6 salimos del hotel dispuestos a tomarnos unas pintas en todos los pubs. Para la segunda elegimos el famoso Coach & Horses, donde el alcohol se palpa en el ambiente. Se cuenta que una vez murió allí un cronista del Spectator de tanto beber. Lo que nos encontramos es un bar más bien pequeño donde la gente está consumiendo en las mesas de la calle, pues dentro no está permitido el fumeteo. En el interior, hoy toca espectáculo: Tardes amenizadas por Miss Linley (o el apellido inglés que os plazca, porque no nos acordamos del auténtico) y su piano. Miss Linley nos deleita con las mejores piezas de su repertorio apoyado básicamente en el libro "Songs you think you know": Old MacDonald had a farm, alguna de los Beatles, y cosas por el estilo. El asunto "gana mucho" al entrar una panda de jovenes cocidos hasta las orejas que se animan con el sonido del piano y se ponen a cantar todos los temas. En fin, que nos vamos del sitio.

Para cenar estuvimos en un indio llamado Gopal's. No tenemos ni idea de qué pedir, así que Coe nos echa una mano y mientras no cuenta, nos pedimos unas cervezas. Nos traen unas Cobra de 2 tercios que quedan perfectamente documentadas mediante fotos. Al final pedimos cosas variadas y está todo rico, algunas cosas más picantes que otras, pero no mucho. Nos vamos contentos del sitio, hemos comido bien y no nos hemos hinchado

Mientras decidimos que nos vamos al hotel, Alex y Coe toman otra resolución: Se van al Havanna Club, donde según una guía turística, el ligue está CASI GARANTIZADO. El tiro les sale por la culata porque los horarios del metro están en contra del plan previsto. Ya no hay más metros en la línea que va al Havanna, así que vuelven al hotel My Place, donde se encuentran con el Club (adivináis cómo se llama? Pues sí, lo habéis adivinado...) My Place!!! :D En este sitio tan acogedor, Alex se pide un Jameson con coke y Coe un "screwdriver", que un buen samaritano impide que se tome entero (velando por su maltrecha salud), ya que de un codazo lo manda por propulsión a 3 metros de distancia. Mientras tanto, en el local se desarrollan episodios ochenteros que nos remontan a nuestra más tierna infancia: un maromo intentando bailar algo parecido a breakdance al ritmo de la música de Flashdance... unas desinhibidas chicas de despedida de soltera maltratan a un muñeco hinchable mientras delante de ellas un pobre diablo intenta ligar con ellas por el dudoso método de quitarse la ropa. En el momento en que se disponía a quitarse los gallumbos, un imponente gorila le advierte -estilo Technoviking- que esas maneras indecorosas no están permitidas. Se retira cabizbajo y busca consuelo en su pinta. Las alegres chicas prefieren al Muñeco. Llegado este punto de la noche, lo prudente es retirarse a dormir, que por hoy es suficiente.

01/03/09:

Nos levantamos y desayunamos, tras lo cual tomamos rumbo al mercado de Camden Town. Tras unas vueltecicas por los tenderetes de la calle, nos adentramos en el mercado propiamente dicho. Esto es infinito. Hay cosas muy curiosas, cosas viejunas y otras modernas. Impepinable la visita a la tienda Cyberdog. Brutal el look de los empleados. Curiosas camisetas y relojes. La música que suena es bastante buena y suena de pelotas (para los que quieran info --> Deep Trance vol X). En el mostrador principal había unas enormes barras de colores que se mueven al ritmo de la música, como un analizador de frecuencias tamaño XXXXXXXXL. Seguimos viendo las tiendas y salimos de allí tras encontrar la salida. Es más fácil salir de un casino de Las Vegas que de allí, por Diossssss.

Nos vamos al London Bridge para dar un paseíto al Tower Bridge y decidimos comer por allí. Nos apretamos unas hamburguesas de buena carne escocesa, que estaban bastante ricas. Al salir encontramos una exposición-atracción con personajes disfrazados entre los que se encuentra según parece, la niña del exorcista, que reparte flyeeeeeeeers a la gente.

Retirada organizada a la siesta en el hotel, pues nos preparamos para lo que venía después: La noche sale redondita. Primero vemos perder al Barça con el Aleti mientras nos tomamos unas pintas, unos nachos y unos sandwiches club. Luego nos vamos a buscar un club que se llama Plastic People, pero que hoy se rebautiza a FWD>> por el tipo de música que ponen. El FWD>> es el legendario club de las noches de dubstep. El gorila de la puerta nos inquiere sobre nuestro conocimiento de lo que allí se cuece y "dubstep" es la palabra clave para franquear el acceso al garito. Sótano angosto, donde reina la oscuridad. Una cortina negra separa la sala donde está el DJ pinchando de la barra donde sirven bebidas. Tras la cortina, sólo la mesa del DJ y la señal de salida de emergencia están iluminadas. Los bajos y los ritmos golpean brutales desde los bafles que rodean a los entregados comulgantes. Aquello es más una ceremonia que otra cosa, el público del local sólo tiene ojos para los pinchas, que reparten los gruesos sonidos de sus dubplates. Sonido impresionante y tenebroso desde el underground londinense. Hasta Alex parece abducido por el ritmo. El negro del sombrero se retuerce y sacude con movimientos eléctricos. Como colofón toma los platos DJ Chef de la emisora pirata Rinse FM. Técnica deslumbrante y presencia imponente con su chupa psicodélica y su gorra futurista. Tras varias cervezas y sudores nos vamos camino al hotel para un merecido descanso. Cogemos un taxi clásico que nos lleva a través de las calles del centro de Londres por el nada módico precio de 30 libras. Hemos conocido un Londres diferente en la zona de Shoreditch, East London, con el sonido futurista de la ciudad del siglo XXI.

02/03/09:

Como hace buen día, nos vamos de parques. Primero Kensington Garden, donde había cienes de ánades y la estatua de Peter Pan. Luego un paseíto por Hyde Park, donde vamos al Speaker's Corner y nos encontramos con un tío disfrazado de botella de cerveza corriendo por el parque. Nos cogemos el metro para ir a St James Park que estaba horrible, el agua era un lodazal y las máquinas estaban limpiando aquello. Continuamos nuestro camino hacia Buckingham Palace pero hoy no hay cambio de guardia.

Comimos estupendamente en un tailandés, manque le pese a Alex (que quería ir a un griego). Se llama Busaba Eathai y está en Wardour Street. Altamente recomendable. Te sientan en mesas compartidas, con más gente, o bien mirando a la calle, si no es más de 2 personas, creo. Todo lo que pedimos estaba exquisito, en especial el Sen Chan Pad Thai (fideos con langostinos, almendra picada, pollo y algunas salsas y aderezos de verdura).

Después de comer fuimos a dar otra vueltecita por la Abadía de Westminster y sus cercanías. Parte del equipo vuelve al hotel y se dedica al marmoteo pertinaz, y el resto continúa viendo la ribera del Támesis para cruzar el puente hasta llegar a la Aguja de Cleopatra.
(Nota: Los pies de Roger no parecen formar parte de su cuerpo. Han tomado entidad propia y parecen ir a su ser).

Para la cena salimos al pub que está un par de esquinas más lejos de nuestra calle. El sitio se llama Blackbird y consumimos una ronda de pintas para acercarnos posteriormente al Nando's, que está en la esquina de nuestra calle. Parece un sitio portugués (por el gallo que tienen en el cartel), especializado en pollo. La verdad es que no duramos mucho allí. Nos sientan en un sitio en el que la corriente parece el cierzo, así que decidimos irnos antes de coger una pulmonía. Finalmente nos recolocamos en el pub Courtfield. Un sitio ideal, en la planta de arriba mesa redonda, donde no pudimos por menos que degustar los nunca bien ponderados y no se sabe muy bien por qué aclamados "fish & chips". Estuvieron muy buenenenenenos, he de decir.

¡Una cerveza más por favor!, pues hay que observar como se merece a nuestro camarero escocés, que tenía un pelo digno de la mismísima Mildred Roper. No era muy agraciado el hijo de la grandísima puta. Tenía cara de abrebotellas, aunque cumplía con su trabajo. Después de esto, a la piltra.

03/03/09:

Tras el desayuno nos vamos a ver St Paul's Cathedral. Por fuera tienen un andamiaje que tapa bastante del lateral. Me ha decepcionado bastante, esperaba algo parecido a la Abadía de Westminster pero nada de eso. Al intentar entrar vemos un pedazo de cafetería lleno de beatas consumiendo...se. Nos quieren clavar 11 libras por entrar a cada uno, pero pensamos que 55 libras dan para unas cuantas pintas, así que nos vamos poniendo pies en polvorosa. Acto seguido nos dirigimos a Oxford Street y Oxford Circus, para recorrer la calle viendo tiendas. Compramos el encargo de Lorente en el Apple Store, que por cierto está muy bien.

Nos vamos a buscar un italiano para comer, reparando antes en el griego donde Alex quería ir, pero resulta que todo son comidas más o menos frías (ensaladas y demás) y no tienen musaka. Encontramos un sitio con buena pinta, donde damos cuenta de unas lasañas y un poco de pasta. Por supuesto caen unos tiramisú de postre, que están extremos.

¿Musical sí, musical no? Aquí está el dilema. Alex se decide por ir a ver Dirty Dancing. El resto lo dejamos para otra ocasión.

Nos aventuramos a un paseo por Whitechapel para seguir los pasos de Jack el Destripador. Salir de la parada de metro de Whitechapel es transportarse al Londres del siglo XIX. Angostos callejones; pequeñas calles victorianas donde alegres damiselas se insinúan a los despistados transeúntes; suntuosos locales que desprenden aromas a incienso y alcohol se esconden detrás de cortinas rojas; los carruajes cruzan veloces por Whitechapel Road hacia Aldgate East y en el interior, los pudientes caballeros del elegante oeste se aventuran hacia los placeres prohibidos del salvaje East London. Después de una fugaz incursión, regresamos a Earl's Court, donde se ubica nuestro hotel. Where's Jack?

En realidad, ni callejones victorianos, ni su puta madre. Salir de la parada de metro de Whitechapel es entrar de lleno en Pakistán. Un frío que pela, un aire que se lleva las maletas de un puesto del mercadillo... vamos, todo muy acogedor. Menos mal que al final hemos podido ver "al de la chapela blanca" que era a lo que veníamos (<-- chiste malo donde los haya, pero real: vimos a un perico con un cubrecabezas blanco). A estas alturas del viaje no hace falta ni que decir que el índice glucémico se nos ha ido de las manos definitivamente. Aún así, nos apretamos una ronda de pintas antes de cenar. Para cenar repetimos sitio, el Gourmet Burger Kitchen, ya que nos gustaron bastante las hamburguesas del otro día. Alex se ha ido al musical, así que no cena con nosotros, pero se reune para las pintas posteriores, en el Courtfield. Hoy parece el día gay en nuestro pub favorito. Hay un curioso personaje que nos está haciendo ojitos. Bueno, a nosotros y a cualquiera que pasa por su lado, está el hombre con el radar de alerta temprana activado. Es el Paco Martínez Soria de London y en versión gayer. Cinturón por debajo del sobaco casi, bufanda morada, cara pintada de blanco, más que maquillada y los morros hasta arriba de carmín. Uñas pintadas también. Todo un espectáculo de la naturaleza. Aquí, el que más y el que menos, ya ha elegido camarera del viaje, menos Raúl, por supuesto. Roger, una chica alta y con pinta de española que pone las pintas con gran maestría. Héctor la del pub de al lado, con su clavelón en el pelo. Alex está indeciso entre 2, la de ayer noche y la rubita del Prince of Teck. Parece que le tira más la rubita. Angel se ha despistado y queda a verlas venir. 

04/03/09:

Nos levantamos y hacemos la maleta. Desayunamos apaciblemente y dejamos el equipaje en consigna del hotel. Nos vamos a dar una vuelta para aprovechar antes de ir al aeropuerto para volver a Madrid. Echamos la mañana en el British Museum, donde vemos de todo: Momias, sarcófagos, la piedra Rosetta, las esculturas asirias, la fachada del Parthenon... grandes momentos culturales. Alex y Coe van por su cuenta a dar una vuelta y hacer compras de última hora, algunos vinilos en Rough Trade y un poco de ropa. Nos vemos todos para comer en Covent Garden y tras ingerir unas pizzas, nos metemos en TACHAAAAAAAN... FORBIDDEN PLANET, en Shaftesbury Avenue. Tras dar una vueltecita nos volvemos al hotel y cogemos las maletas camino del aeropuerto.

En el aeropuerto, según llegamos, ZAS, en toda la boca! Nos dicen que el vuelo tiene retraso de una hora, así que nos sentamos por allí tranquilamente... En realidad llegamos a Madrid no muy lejos de la hora prevista, pero entre el aterrizaje y la llegada a la terminal, pasa media hora más. Todos felices y contentos nos vamos a casita completamente destruidos tras la paliza de estos días.
Este manuscrito se encuentra alojado en la Moleskine de Ángel. Los autores han sido, Héctor, Ángel, Álex y Roger. Ángel se ha encargado de transcribirlo.
Besos y abrazos,

/Roger