¡Ya soy un buceador level 1!

Bueno pues ya soy un Submarinista. Tenía muchas ganar de hacer los cursos de iniciación al buceo y al final este año me he decidido. Desde niño siempre me ha atraído el agua. Recuerdo siendo un retaco que cuando me llevaban mis padres a la piscina en cuanto se descuidaban un poco ya me había tirado al agua y por supuesto me había hundido. Estoy hablando de 3 ó 4 años no más. Así aprendí a nadar a base de tirarme al agua yo solito.

Con esto quiero decir que nunca me ha dado miedo el agua, más bien todo lo contrario, que me encanta el mar y todo lo relacionado con él y que si paso más de seis meses sin verlo me amohíno. Será por que soy de Madrid. Pero aún con todo esto, con las ganas que tenía de hacerlo, (llevo varios años dando la lata a compañeros, amigos y familiares para apuntarnos), que no soy nada miedoso en el agua y que me encanta el mar, he de decir que lo he pasado en algunos momento un pelín mal. Os voy a contar alguna de las cosas que me han pasado para que os riáis un poco. Con esto no quiero desanimar a nadie, al contrario, estamos deseando todos lo que hemos hecho el curso encontrar un fin de semana libre para volver a bucear en cuanto podamos. ¡Es una maravilla!

He realizado el curso Open Water Diver de SSI en el club escuela Yubarta-Rivemar de Leganés. ¡Toma cuña¡.

La teoría me ha resultado bastante fácil, basta con leerse un libro parecido al del carnet de conducir y ver unos vídeos. Hay que hacer un examen teórico que si has hecho lo anterior no resulta muy complicado. Hay que prestar especial atención a los efectos de la presión sobre el cuerpo humano así como saber manejar las tablas de tiempos y profundidades máximos sin paradas de descompresión.

También hay que pasar un examen médico donde te miran la tensión, los oídos, prueba de esfuerzo, espirometría y, por lo menos a nosotros, si no teníamos la vacuna del tétano te la ponían.

Las clases prácticas han sido 12h de piscina y un fin de semana en el mar con 5 inmersiones.

Si algo me ha gustado del curso es que lo hemos hecho todo bastante progresivamente. Poco a poco. Justamente se encuentran realizando el curso ahora mismo mi hermana y mi cuñado en un club de Fuerteventura y el primer día, después de un bautismo en la piscina por la mañana, por la tarde ya les han llevado al mar a 8 metros con todo el equipo. Me parece muy precipitado. Son muchas cosas que hay que intentar automatizar como para hacerlo tan rápido. Yo no sé de haberlo hecho así cómo habría escapado. También los profesores se han portado muy bien y en todo momento han estado pendientes de nosotros. En el mar había un instructor por cada dos alumnos lo cual te da mucha tranquilidad. Aprovecho para saludar desde aquí a Paco, Dani y Juan Pedro (soy fatal para los nombres compuestos, si no es así su nombre que me perdone) también hay otro compañero de Paco y Dani que nos echó una mano en la piscina pero no recuerdo su nombre, sorry, que no nos han dejado ahogarnos en el mar y mira que lo hemos intentado.

Bueno, al lío. El primer día en la piscina hicimos prácticas de snorkel y de cómo entrar en el agua con todo el equipo ligero puesto. Es casi imposible escaparse sin tragar un poco de agua, pero bueno, no pasa nada, es la primera vez. También estuvimos montado el equipo pesado. Primera etapa, segunda etapa, jacket, regulador y botella. Nos pusimos el traje de neopreno. A mí el primer día me dieron un traje que 5mm y 2 piezas, que no me quedaba muy bien y el segundo uno de 7mm y una sola pieza rojo y azul con el que parecía Spiderman. Pues con todo el equipo puesto, botella incluida que pesa un huevo (hemos llevado botellas de 15 litros que pesarán entre 15 a 20Kg según estén de llenas) atendiendo las explicaciones del profesor estaba sudando como un pollo. Joer, qué calor con el traje de neopreno fuera del agua. Dije, aquí me licuo.

Otra de las cosas que hay que practicar es el vaciado de agua de la máscara dentro del agua. A mí con el tubo las primeras veces que lo hacíamos se me daba genial pero la primera vez que intenté hacerlo con el regulador me entró agua por la nariz, me puse en modo pánico y salí escopetado para la superficie de la piscina como un cohete. Gran error, eso se puede hacer en la piscina, pero nunca en el mar. Gracias a Dani que me echó una mano para aprender a hacerlo bien.

El último día en la piscina los profes estaban un poco cabroncetes y en un descuido, sigilosamente me cerraron la botella sin que yo me diera cuenta. Lo típico, vas a respirar y no tienes aire, ¡pero si acababa de mirar el manómetro y tenía un huevo!, moví un poco el regulador y el latiguillo que lo une a la primera etapa y nada, segundo intento de respirar y cero aire. Tercer intento nada. Modo pánico de nuevo y para arriba como un cohete otra vez. Fatal, lo que tenía que haber hecho es pedirle aire a mi compañero con el símbolo universal del corte de cuello. Además mi compañero había visto al profe cerrarme la botella y estaba esperando con el regulador auxiliar para darme aire, pero nada, para arriba que me fui. También en un descuido el profe me dio un manotazo en la máscara y me la quitó. Pero esto ya estaba perfectamente controlado. Lo hacían para ver cómo reaccionábamos.

El fin de semana en el mar (fuimos al club Rivemar en La Azohía en Murcia cerca de Mazarrón) también hubo momentos complicados. La primera vez que bajamos a unos 5m para repetir alguno de los ejercicios que habíamos hecho en la piscina pensé que me iban a estallar los tímpanos. ¡Dios, qué dolor!. Y eso que había ido compensando, pero nada, un dolor impresionante. Tuve que subir y volver a bajar muy despacio compensando muchas veces y todo solucionado. A partir de ahí ya siempre lo hacía así y no volví a tener problemas con los oídos.

El sábado por la tarde fuimos a hacer una inmersión a unos 14m en un sitio para principiantes donde no hay mucha vida para no destrozar nada. Sólo arena, rocas y poseidonia en el fondo. Pues bien, nos teníamos que poner la botella con el jacket en el agua, cosa que ya habíamos practicado varias veces. Pues no era capaz. Estaba con el tubo de snorkel y aleteando intentado meter los brazos en el jacket y no podía por el oleaje y estaba empezando a estar agotado y tragando agua por el tubo, pensé aquí las palmo y encima el profe echándome la bronca por que me estaba alejando de la embarcación. Al fin conseguí ponérmelo con la ayuda de mi compañero y empecé a respirar por el regulador y a bajar por el cabo hasta 14m. Aquí hice otra cosa mal pues yo iba muy bien con los oídos y pendiente de llegar al fondo para recolocarme un poco el cinturón de pesos que me estaba molestando y no estuve pendiente de mi compañero que estaba teniendo muchos problemas para compensar los oídos. Luego el profe me echó la bronca. Siempre hay que bajar juntos a la velocidad del más lento. Una vez abajo estuvimos dando una vuelta y fue una pasada y eso que no vimos gran cosa, sólo rocas y algas, algún banco de peces y estrellas de mar. Hicimos una parada de 3 minutos a cinco metros y cuando salí a superficie me mareé bestialmente. ¡Qué barbaridad, que mareo!. Me monté en la zodiac y en el camino a tierra con la brisa y eso se me pasó.

El domingo por la mañana ya fuimos a hacer una inmersión recreativa de las de verdad. Fuimos a un sitio con bastante vida que se llama el arco. Se baja entre 18 y 21 metros. Yo le dije al profe que yo me tiraba equipado ya desde la Zodiac para que no me pasara lo del día anterior, pero aunque me había tomado una biodramina y no había desayunado mucho llegué ya bastante mareado al lugar de la inmersión, así que me equipé rápido y me zambullí. En el agua se te pasa el mareo. Nos avisaron que tuviéramos cuidado pues había medusas. ¡Qué pasada de sitio!. Se veía muy bien. Había mucha luz y un arco de roca espectacular que da nombre al lugar. Vimos morenas, algunas parapetadas en las rocas pero otras habían salido completamente y eran una pasada, negras y amarillas de colores muy vivos, varios pulpos que se escondían en las rocas, yo incluso me atreví a tocar uno. Miles de peces. Yo bajé a unos 18m, mirabas para arriba y veías la luz azul y los bancos de peces y resultaba increíble estar allí abajo. También vimos esponjas y estrellas de mar enormes que parecían de color negro, pero según nos dijo el profe eran granates. Nos fuimos para arriba pues mi compañero tenía poco aire. Hicimos una parada de unos 5 minutos a 5 metros y al salir a la superficie otra vez inmediatamente de forma automática mareado. No lo entiendo, pero si había estado perfecto abajo. Será por el oleaje, digo yo. Total, que me quedé al lado de la Zodiac, ya en superficie pero respirando de la botella y con la cabeza metida en el agua para ver si se me pasaba el mareo. Estuve observando cómo subían los demás ayudados por el cabo y parece que se me pasó un poco. Pero mis compañeros pensaban que me pasaba algo. No era así. Decidí subirme a la Zodiac, ¡tremendo error!, pues estaba viendo medusas alrededor de la barca. De hecho a nuestro instructor le picó una. Bueno pues subí el segundo a la barca después de mi compañero y estuvimos esperando que subieran los demás un rato. Suficiente como que para con el oleaje que había y el mareo que tenia yo ya me marease de forma extrema. ¡Adiós desayuno, por la borda se fue!. Y no fui el único. El profe lleva en la barca una bota con vino dulce para estas ocasiones y palmeritas, jeje. Pasa muy a menudo, sobre todo con los principiantes…

Bueno éstas son sólo mis experiencias, pero os puedo asegurar que ninguno hemos escapado indemne. Lo mejor, recordar las batallas que le han pasado a cada uno luego en el bar al arrimo de unas jarras de medio litro de cerveza con limón mientras que rellenas los formularios con los datos de la inmersión en el DiveLog.

¡Una experiencia muy recomendable!. ¡Merece mucho la pena!. Deseando estoy poder bucear otra vez. Venga, ¿quién se apunta?.

Gracias a Paco, Dani y todos los demás por "sumergirnos" es este apasionante mundo.

Y por supuesto mención especial a los compañeros, aunque la verdad, debajo del agua yo solo veo sus reguladores por si me falta el aire. ¡Es broma!. Por ahí abajo cual escualos hemos estado, Jaime y Andrés, Paqui y Óscar y mi compañero Iban. Ummmm, que aire más fresquito lleva en su botella... La verdad es que lo hemos pasado bastante bien, fuera y dentro del agua... ¡Olé por nosotros que ya somos buceadores de level 1!

Espero poder subir pronto alguna foto submarina.

/Roger